Durante muchos años la violencia contra las mujeres ha sido minimizada y negada por la sociedad, permaneciendo este problema en la esfera privada. Su reconocimiento como un problema que afecta al ámbito público ha sido fundamental para pasar a ser considerado como un conflicto social.
La violencia que en sus diferentes formas se ejerce contra las mujeres supone un grave atentado contra su integridad física y moral y un ataque directo a su dignidad como persona.
La violencia de género es la manifestación más extrema de la desigualdad entre hombres y mujeres y no desaparecerá mientras no se consiga la igualdad real y efectiva entre ambos sexos.
La prevención de la violencia de género es este sentido, es clave para impedir que se perpetúen las situaciones de discriminación sexista que son el origen de los episodios de violencia contra las mujeres.
En este apartado se recogen distintos recursos, protocolos y materiales de consulta para el trabajo de prevención de la violencia de género.